sábado, 18 de octubre de 2008

EL COLEGIO CISNEROS

En el verano de 1897, Baldomero Fernández, tentado una vez más por la ambición de nuevas riquezas, regresa a la Argentina. Pronto llega el momento de cursar el bachillerato, y Baldomero ingresa al Instituto del Cardenal Cisneros.
En Buenos Aires, el nuevo alumno del Liceo Ibérico Platense se destaca por su conducta y aplicación, no obstante sorprenderle el rigor que allí se imprime a los estudios, bien lejos de la indulgencia de los años madrileños.
En este establecimiento de enseñanza comienza a descubrir a los poetas argentinos y americanos, y también a los españoles: Echeverría, Obligado, Núñez de Arce, Campoamor. Al mismo tiempo, se despierta en él una verdadera fiebre de lecturas, pero sin demasiado espíritu selectivo, pues lo que cae en sus manos en el hogar de comerciantes españoles importa una verdadera miscelánea.